jueves, 19 de junio de 2014

¿Viaje de fin de curso? No, concurso de aventuras

Cuando antesdeayer bromeaba con los alumnos en el grupo de whattsapp, no imaginaba la aventura en la que nos íbamos a ver inmersos.

Les había plantedo un pequeño juego en el que les iba contando anécdotas que me habían sucedido en viajes y ellos debían  averiguar las que eran ciertas y las que eran falsas.

Aunque Laura reclamaba el autopremio que se había asignado, he de decir que no las acertó todas. Primer jeje

Después de tanto cambio de última hora en las horas de salida del viaje algo no me terminaba de convencer. Realmente no me esperaba l o que iba a suceder.

Cuando nos dirigimos a sacar las tarjetas de embarque, comienzan a surgir los primeros problemas. Algunos de los datos de los alumnos no coinciden. Incluso el mío propio. Con más buena voluntad que otra cosa por parte de la  trabajadora que nos atendía en el,mostrador de facturación, fuimos pasando unos tras otros, pero con la amenaza sobre nuestras cabezas de no poder regresar si no lo arreglàbamos.

En esto, que llegó el turno de la última alumna, Ariadna. Y comenzaron los problemas reales. Ariadna no aparecía. Fuimos a la oficina de Vueling a intentar arreglarlo. Planteé la posibilidad de intercambiar mi billete con el de ella.

Cuando vi que la situación se estaba volviendo complicada, decidí reservar plaza con Aireuropa.

Intenté todas las soluciones que se me ocurrieron con Vueling, pero llegó un momento en el que tuve que decidir perder mi billete y bajar mi maleta del avión.


Como en todas las situaciones de crisis, surgen los lìderes. Cuando comunico a los chicos que no voy a ir en ese vuelo y que me quedo para ir más tarde con 
Ariadna, Eduardo asume la responsabilidad y me dice que esté tranquilo, que èl se encargade todo.


Agradecer a Lara y Doramas, los compañeros del Villalba el haberse hecho cargo de la situación.

Saco, entonces, dos billetes con Aireuropa y me dirijo a recoger la maleta. De regreso almorzamos, cuando apareció la representante de la agencia diciéndome que me había sacado dos billetes con Ryanair. Le digo que ya había sacado yo dos pasajes con Aireuropa. Devuelve los suyos y me reingresa el dinero.

Total, que Ariadna y yo, salimos por fin a las 19:30 horas de la tarde, llegando a Barcelona a las 23:30. Dexahí, 4 horas hasta los Pirineos, a donde llegamos a las 4:30 de la mañana.


Hombre al agua

A la mañana siguiente, hicirnos rafting. Nos lo pasamanos muy bien y salimos algo,mojados.Hubo batallas entre lanchas y más de un remojón en las frías aguas del rïo. 
Decubrimos un nuevo líder del uno dos, Alejandro. 
Ambos, Eduardo y alejandro colideraron la embarcación.


Esta juventud no está hecha para caminar.

Por la tarde, visitamos el lago san Mauricio y realizamos una ruta de unas tres horas. Más de un resbalón. 
No me gusta señalar. 
Alguno por reírse, acabó algo enfangado.


Por la noche


En la cena, Alejandro apareció con una tarta sorpresa para Laura que cumplía años. Saliö algo perjudicada por obra y gracia de sus amigas, que lerestregaron una buena porción de la tarta.

Mañana toca pintball por la mañana y barranquismo por la tarde

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